El placer sexual es una búsqueda constante de la práctica del sexo. Pero no debe restringirse sólo a este. Debido a que a veces necesitamos encuentros a solas, con o sin la ayuda de juguetes sexuales. Si estás buscando ese placer y no tienes dinero para comprar los juguetes dedicados a este propósito, y has tenido la idea de construir un consolador casero, este texto es para ti.
¿Cuál es un consolador?
El consolador es un objeto que emula las funciones del pene y que generalmente (aunque no exclusivamente) es utilizado por las mujeres que buscan placer sexual a solas. El mercado tiene estos objetos, en una serie de formas, tamaños y texturas, siendo el más famoso aquel que tiene la forma del pene.
También los hay, que no están específicamente diseñados para introducir en la vagina, sino específicamente para el uso externo frotándolo sobre el clítoris. Algunos, más sofisticados están dotados de baterías, cables inalámbricos, sensores y por supuesto un motor vibrador.
Sin embargo, técnicamente, lo que conocemos como vibrador, y que es utilizado por las mujeres que desean sentir una sensación similar a la penetración fálica, es un consolador. De otra forma hablaríamos de un “vibrador” o un “dildo” como también son conocidos, en los sofisticados sex-shops que abundan en la ciudad.
De acuerdo con lo anterior, un consolador casero, cuando no tenemos los recursos suficientes para adquirir esos productos dotados de alta tecnología, puede ser perfectamente una zanahoria, un plátano, un pepino, el frasco de un perfume, el mango de un cepillo… Por supuesto entendiendo las consecuencias que para la salud puede tener utilizar estos objetos. En el caso de las frutas o legumbres, debemos entender que, si hacemos uso de ellas para lograr una autosatisfacción sexual, solo los podremos utiliza una sola vez en la vida.
Los juguetes sexuales, han sido fabricados para lograr su uso durante mucho tiempo, en condiciones higiénicas y anti alérgicas muy especiales. Veamos una forma de obtener un consolador hecho en casa, que puede servirte para varios usos, si lo utilizas con condiciones de higiene extremas.
¿Cómo hacer un consolador casero?
Los neumáticos de bicicleta son ideales para este propósito. Lo primero que debes hacer es tomar el neumático, por supuesto abandonado e inservible y cortar una sección, que no tenga orificios. Cuanto más larga, más grande será el “miembro” que construyas.
Haces un nudo en uno de los extremos. Debe ser un nudo muy fuerte, que impida la salida de aire o agua. Luego das la vuelta al neumático de manera que lo que estaba hacia el exterior quede hacia adentro y viceversa.
Habrás notado que, la parte en donde hiciste el nudo, ahora presenta una forma similar a la cabeza de un pene. Esa es la parte que entrará en la vagina, sin lastimarla.
Ahora es preciso tomar una decisión. Rellenar el interior del consolador. Puede ser con agua o con aire. Aunque el aíre es más aconsejable, es un poco más difícil hacerlo, a no ser que dispongas de un compresor o un dispositivo adecuado para tal labor.
Una vez lo hayas rellenado, cuanto más, mayor será el grosor, debes anudar el extremo que falta. Un nudo tan fuerte como el primero. Y listo. A disfrutar. Este tipo de consolador casero, te permite utilizarlo varias veces, siempre y cuando lo sometas a esterilización previa, hirviéndolo en agua durante diez minutos.
