Strapon. ¿Por qué tenerle miedo?

El Strapon, cinturón consolador o correa dildo,  como se le conoce en algunos países, es un accesorio erótico que tiene un pene unido a una correa para que las mujeres lo pueden usar, por lo general en relaciones lésbicas o en aquellas en que asume un rol en el cual penetra a su pareja masculina.  Es a este último uso al que haremos referencia el día de hoy.arnes-doble-vaginal-y-anal-2

¿Por qué los hombres tienen miedo al Strapon?

Muchos hombres se hacen muy reticentes cuando lo que está en juego, aparentemente,  es su virilidad. Algunos incluso se sienten atraídos por la idea, pero tienen miedo de ser considerados homosexuales. Lo cierto es que esta experiencia puede ser muy placentera para el hombre mediante la exploración de uno de sus puntos más erógenos y que está ubicado en su próstata.

Y es que no hay nada malo en este fetiche, por lo que si tu pareja es liberal y de mente abierta es mejor que hablen abiertamente sobre esta posibilidad,  que sin duda puede condimentar su vida sexual.  Pero si definitivamente, no es posible convencerlo, lo mejor es buscar otras formas de obtener placer y no insistir mucho. No es aconsejable insistir mucho en estos casos.

Iniciando la experiencia con el Strapon

Bueno. Una vez que la pareja se ha puesto de acuerdo, el siguiente paso es elegir el accesorio adecuado y el que mejor se ajuste, para hacer de esta una experiencia agradable. Lo más recomendable para iniciar, es un cinturón con una prótesis no muy grande, ya que es la primera experiencia y puede traer más dolor que placer.

Existen cinturones con prótesis de diversos tamaños. Pero también existen cinturones con varias opciones de correas. Algunos tienen una sola, que va por debajo del ano y otros tienen dos, una en cada glúteo.  También están aquellos que no tienen correas, sino una extensión que penetra la vagina de la mujer, y de esta forma se sujeta a ella, proporcionando placer durante la penetración del hombre.

Consejos valiosos sobre los consoladores con arnés

Recuerda que, tanto el ano como el recto, son lugares en los que se alojan muchas colonias bacterianas.  El aseo escrupuloso de estas áreas es fundamental para tener una experiencia agradable y segura.  El cinturón, las correas y la prótesis se deben lavar con abundante agua y jabón después de cada uso, y si es posible esterilizarlos hirviéndolos en agua durante diez minutos.  Utilizar condón durante la relación sexual, resulta una muy buena idea. Los lubricantes nunca estarán de más, en la medida que sean de calidad e hipo alergénicos.

Utilizar geles anestésicos, en las primeras experiencias garantiza una experiencia sin dolor. Estos se encuentran fácilmente en cualquier sex-shop. Los hay incluso con aromas y sabores diferentes.

Por último, no olvides que este tipo de “aventuras” sexuales, requieren del consentimiento de ambas partes.  De lo contrario, resultará en un episodio frustrante, para nada divertido y que puede llegar a generar un resentimiento, tanto físico como emocional.